
La capital es relativamente nueva ya que aunque que tener en cuenta que se encuentra bajo vestigios neolíticos donde se alzó la Filadelfia de la Decápolis Romana. En este lugar han gobernado tanto amonitas, como asirios, griegos, omeyas, absíes, romanos, etc y de algunos de ellos todavía quedan huellas. No obstante, las huellas más visibles son las romanas con monumentos tales como el teatro o el ninfeo.
Su corazón se encuentra en el barrio de Balad, muy antiguo. Ahí está el zoco con calles y tiendas de todo tipo. En el mercado se venden tanto frutas como verduras y existen diminutos locales que venden especias, jabones de Alepo y del mar Muerto, trajes tradicionales...
También se puede visitar uno de los centros más importantes de colección de antigüedades y de valiosos manuscritos del mar Muerto: el Museo Nacional Arqueológico.
Por la noche están abiertos tanto los cafés que ofrecen tés y dulces típicos como restaurantes modernos que ofrecen los clásicos platillos de aperitivos y entrantes de hummus, baba ghanush con carnes a la parrilla.
MGP
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