Euskadi Ta Askatasuna (ETA), remite un comunicado en el diario Gara donde anuncia "un alto el fuego permanente y de carácter general, que puede ser verificado por la comunidad internacional. La declaración ha sido llevada a cabo por tres encapuchados vestidos con la indumentaria habitual y rodeados de la escenografía cotidiana de la organización. Esta vez, el comunicado ha sido leido por un hombre y no por una mujer. Así, la banda terrorista anuncia el cese de la violencia en nuestro país y busca una solución democrática y justa para lograr sus objetivos, entre otros, el de territorialidad y autodeterminación, y asegura que no cederán "en su esfuerzo y lucha". Es decir, ETA busca la independencia de Euskal Herria mediante criterios democráticos y asegurando la libertad de los ciudadanos vascos a decidir sobre su futuro.
Pese a estas declaraciones, ETA no habla de un abandono de las armas definitivo, pero si que pide a las autoridades españolas y francesesas el cese de las medidas represivas y abrir un diálogo democrático que tenga como objetivo prioritario el respeto a la voluntad del pueblo vasco, exigiendo en este aspecto el respeto de los acuerdos llevados a cabo por la ciudadanía vasca. Por otro lado, piden a los gobiernos español y francés que admitan la existencia de Euskal Herria, territorio existente en suelo español y francés en el que la cultura vasca se manifiesta en toda su dimensión.
Este comunicado llega 4 meses después de un vídeo de la banda difundido por la BBC en la que ETA afirmaba "no llevar a cabo acciones armadas ofensivas", declaraciones que para el ejecutivo eran insuficientes y suponían un fallo a la izquierda abertzale, brazo político de ideología nacionalista vasca, que abogaba por la tregua permanente y verificable internacionalmente de ETA.
Por su lado, el Gobierno ha reaccionado rechazando el comunicado de la banda en boca del vicepresidente primero del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que considera las declaraciones de la vida como algo no noticioso: "Esta no es la noticia", y exigiendo el final del terriorismo de ETA de "manera irreversible y definitiva". El ministro apunta a que "ETA quiere mantener su posición de tutela, de garante de una supuesta negociación, sigue pretendiendo que el fin de la violencia tenga precio".
Mónica Sánchez Soliva
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