Éste es uno de los lugares de Namibia que posee el cielo nocturno más limpio del planeta, de ahí que la acampada sea la opción más recomendable para pernoctar. Por la mañana es habitual despertarse bajo una densa niebla producto de la condensación que provocan las frías corrientes marinas de Benguela, a unos 100 kilómetros de allí. Esta cortina de humedad de origen atlántico se disipa bajo el calor del sol al poco tiempo de romper el alba.
El paisaje cambia por completo a unos 150 kilómetros al oeste, cuando se alcanza la costa atlántica. El contraste entre una de las tierras más secas del planeta y la masa oceánica es impresionante. Swakopmund y Walvis Bay concentran la oferta turística de esta zona. Swakopmund es una ciudad alemana y también un centro de atracción para los surfistas y aquellos a los que les gusten los deportes de aventura; además, la ciudad cuenta con varios tesoros culturales como la galería Kristall, especializada en minerales, y Swakopmun museum, dedicado a la historia, la etnología, la flora y la fauna de Namibia.
La vecina Walvis Bay es el principal puerto pesquero del país. Con rasgos más británicos que alemanes -puesto que su influencia alemana llegó más tarde-, esta ciudad portuaria posee una laguna y salinas a diez kilómetros en la que las que se reúnen las aves migratorias más numerosas de África meridional. Se pueden encontrar bandadas de pelícanos, zarapitos y flamencos que pescan en las aguas poco profundas de este lago. MSS
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