Cuna de la Universidad más antigua de Europa y capital gastronómica, esta ciudad del norte de Italia, a 398 kilómetros de la capital, fue una encrucijada cultural durante la Edad Media. Bolonia fue fundada por los etruscos en el siglo VI a.C y desde los tiempos de los romanos hasta la actualidad, es uno de los puntos estratégicos en el cruce de caminos.
Entre sus monumentos más emblemáticos, Bolonia contiene la Universidad de Bolonia, que cuenta con más de 100 años; el segundo castillo más grande de Europa y un centro medieval lleno de secretos donde se puede disfrutar del ambiente y de una gastronomía de fama mundial.
La plaza de Maggiore es el centro de la ruta medieval de Bolonia; está rodeada de importantes edificios como el palacio de Comunale, el Ayuntamiento, la basílica gótica de San Petronio y tres palacios renacentistas: el de los Bancos, el de los Notarios y el de Podestá.
Uno de los elementos arquitectónicos característicos de Bolonia son los pórticos, que suman un recorrido total de 40 kilómetros a lo largo de la ciudad. Dentro de ellos se recogen cafeterías, librerías y otro tipo de establecimientos. Al fondo de la cercana Via Franceso Rizzoli se levantan las esbeltas Dos Torres (torre Garisendi y torre Asinelli), otro de los símbolos de Bolonia. Desde el mirador de la torre Asinelli se aprecia el rojo de tejados y fachadas que le ha valido a la ciudad el sobrenombre de La Rossa.
Otra de las visitas obligadas es el palacio de Archiginnasio, que alberga una biblioteca con numerosos libros y manuscritos; así como la visita a Bolonia Docta (el norte de la ciudad), donde encontramos el Colegio de España, formado por numerosas villas y que acoge a estudiantes españoles desde hace 600 años.
Por último, no nos podemos marchar sin visitar la Basílica de Santo Estéfano y la Pinoteca Nacional; esta última acoge pinturas de italianos desde la Edad Media hasta el siglo XVI. MSS
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