Situada en la región californiana de Bay Erea (EE UU), la ciudad de San Francisco se enclava en la península que cierra la bahía y las 43 colinas sobre las que se asientan la han convertido en una de las urbes más icónicas del país. El recorrido por sus bahías, asomados siempre al azul del océano, descubre además la vitalidad cultural que, desde mediados del siglo XX, atrae a intelectuales de todo el mundo.
Los numerosos puentes que comunican San Francisco con el resto de la Bahía son uno de sus elementos más característicos. Los dos más conocidos son el Bay Bridge y el Golden Gate. El Bay Bridge tiene 13 kilómetros de longitud y dos niveles, uno por cada sentido: el inferior sale de San Franciso rumbo a la universitaria de Berkely, en el este de la bahía; el superior es el que accede a la ciudad. Este puente queda eclipsado por el Golden Gate, que simbólicamente es la puerta de entrada a San Francisco desde el océano Pacífico. Con 1.290 metros, el Golden Gate es uno de los puentes suspendidos más largos del mundo, y es famoso por la imponencia de su arquitectura y sus espectaculares vistas.
Desde cualquier puente se pueden ver los Distritos Financieros de la ciudad. Su edificio más significativo es el Transamerica Pyramid, buen lugar de inicio para dar un paseo por el centro o dowton. A poca distancia se encuentra Union Square, y andando unos minutos llegamos al San Francisco Museum of Modern. Fundado en 1935 y trasladado al barrio de South of Market en 1995, es el museo de arte moderno y contemporáneo más importante de la costa Oeste. El edifico, con elementos art decó y una gigantesca claraboya, merece una visita por sí solo. MSS
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